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Nuestro proceso para dejar el pañal

Esta es una entrada que me cuesta un poco escribir.

Porque me encantaría contarte como dejar el pañal en dos días.

Porque me encantaría decirte como hacerlo sin retrocesos.

Porque me encantaría decirte que no nos hemos desesperado en algún momento. Que no he querido tirar de pegatinas en las manos tras cada pis. Que no hemos dicho muy bien mil veces o que no he resoplado nunca ante un escape.

Pero me temo que no ha sido así, aunque ya lo hemos conseguido. Así que te cuento toda mi experiencia y algunos consejos por si te resultan útiles. Somos humanos, así que a veces me entra la risa leyendo algunos blogs en los que parece que de la noche a la mañana los peques han dejado el pañal solo por esperar a cuando el niño lo ha pedido. No dudo de su veracidad, pero yo que he tenido que estar fregona en mano bastante tiempo me ha resultado un poco frustrante e irreal leer cosas así, por eso quiero también dejar mi experiencia. pañal

En estos momentos de la crianza, sí es cierto que intento ser lo más respetuosa posible,  observo que en el caso de forzar antes de tiempo no solo no sirve sino que es contraproducente. Cuando el señor J dice no, es un no rotundo, ir de frente contra él es tan absurdo como un lanzarse contra un tren en marcha . Así que no esperar a su momento hubiera sido inútil.

He leido muchos procesos de despañalización respetuosos, muchas operaciones pañal, muchos consejos. La mayoría no me han servido mucho, la verdad. Así que recoge de aquí lo que quieras.

Comienzo diciendo que teníamos dos desventajas, que no necesariamente significan nada, pero ahí están. Una que el señor J nació a finales de septiembre, así que es de los más pequeños de clase. Otra que teníamos una fecha límite (en principio, aunque las profes del cole eran muy tolerantes y conscientes del tema escapes) y era la entrada al cole en septiembre.

Ya sabéis que el proceso de dejar del pañal es habitual entorno a los dos años (nosotros nos hemos ido casi a los tres y que lo hagan con casi cuatro también es normal, la variabilidad es muy grande). Creo que la mayoría sabréis que es un proceso madurativo (no un todo o nada) y que hay varias señales de que comienza a estar preparado para dejarlo. Aunque la palabra proceso lo define perfectamente, es un tiempo indefinidio hasta conseguirlo:

  • Mantiene el pañal seco varias horas seguidas.
  • Indica cuando van a hacer pis y/o caca en el pañal.
  • Muestra interés por como hacemos pis y caca otras personas.
  • Dice que ya no quiere usar más el pañal y/o se lo quiere quitar.
  • En algunos sitios he leído que que sea capaz de alternar las piernas al subir las escaleras o que salte con los dos pies es una señal más, esto está relacionado con la madurez de la musculatura del suelo pélvico.

Nosotros, ilusos, comenzamos sobre los dos años comprándole un orinal evolutivo de Imaginarium. Sirve tanto como orinal, como más adelante como adaptador del WC. Sinceramente, no es que no lo hayamos usado, que se ha usado mucho, pero la forma en la que hay que sacar el cuenco que recoge el pis es bastante complicada. Al final, el señor J está más cómodo en un orinal con asiento que se compra en muchos bazares. También venden adaptadores que junto a un peldaño de plástico de Ikea te hacen la misma función más barata y sin ocupar mucho espacio.

Orinal adaptable para bebés
Click en la imagen para ir a la página de Imaginarium

Sigo, el orinal ha quedado monísimo como adorno muchos meses en el baño, sí que es cierto, que el señor J empezó relativamente rápido a asociar la hora de bañarse con hacer pis. Primero dentro de la bañera, y después poniéndole a hacer pis . Por lo que, aunque es un proceso madurativo, si que es relativamente fácil que se condicione a determinados momentos. Otro consejo no es ponerle cada «x tiempo», pero sí preguntarle si les apetece hacer pis, sobre todo si lo asociamos a determinados momentos como antes de salir de casa, antes del baño o la siesta es más fácil. Ese fue el inicio de la despañalización y así hemos estado bastantes meses.

Entorno a los treinta meses, hicimos una intentona de dejarle sin pañal en casa, coincidiendo con Semana Santa. De esto que piensas por probar, pero tras cuatro días sin sentido lo dejamos sin más.

El momento cumbre llegó en junio (33 meses), él me dijo un día: «No quiero más pañal». Y yo pensé, otra vez ilusa: Perfecto, ya está hecho. Además que ya estábamos prácticamente en verano, momento perfecto tradicionalmente para dejarlo, más que nada porque le dejas menos ropa. El primer mes fue de locura de nuevo, sumado a una última bronquitis, en la que decidí ponerle el pañal de nuevo unos días. (Conclusión: No os fustiguéis si tenéis que ponerle el pañal de nuevo por la razón que sea, no pasa nada, no hagáis caso al frutero y al vecino que siempre dice la misma retahíla de si se lo quitas no hay marcha atrás), no podía ya lidiar con la fiebre, los aerosoles y el pañal todo junto.

Y durante el verano ha habido de todo, días en los que si no le decía nada podía estar cuatro horas sin hacer pis. Días en las que se hacía pis a chorro encima sin decir ni pío. Dias aceptables en las que solo había pequeños escapes. Todo de una manera aleatoria.

Apenas un par de semanas antes de empezar el cole, ha sido, y no me preguntéis como (quizás ese era su momento madurativo real, no lo sé), cuando ha dejado de tener escapes. Solo ha habido que ayudarle hasta hace pocos días, a bajarse y subirse la ropa y a limpiarse (para que veáis que no siempre aprenden a bajarse los pantalones antes de controlar esfínteres). pañales

En cuanto a la caca, ha sido relativamente fácil que la controlara, excepto los primerísimos días que solo hacía caca si le poníamos el pañal por la noche, después ha ido rodado.

Respecto al pañal de noche, hace un par de semanas él dijo que ya no quería más, y aquí si que ha sido decirlo y que ya no mojara la cama ningún día por la noche.

Así que como veis, siento deciros que ha sido un proceso un poco caótico pero que por fin (parece) haber terminado recién cumplidos los tres años.

Ahora estamos con otro tema relacionado con el pis, pero esperamos que se solucione rápido.

Os dejo algunos consejillos más:

    • Dejarle lo más accesible posible el orinal y una zona para lavarse las manos.
    • Dejarles ver cuando hacéis pis si tienen interés, ya sabéis que la imitación es fundamental. También suele funcionar preguntarle cuando otros niños van a hacer pis si él quiere, le solía apetecer más hacer pis en grupo jeje.
    • Como paso intermedio podéis usar braguitas de aprendizaje, sobre todo en esos momentos en los que vais a un sitio nuevo con el niño y es un poco complicado manejar el tema de escapes. Algunos dirán que es un retroceso, pero el recurso está ahí por si lo necesitáis.
    • Nosotros no hemos usado ni premios ni castigos, pero tampoco voy a criminalizar a quien por ejemplo, pone unas pegatinas sonrientes. Si me hubiera quedado sin recursos creo que lo hubiera utilizado. Creo que es más importante no recriminar los escapes ya que es un proceso normal.
    • Los cuentos relacionados sinceramente no sé si ayudan, pero al menos se familiarizan con el tema y son muy divertidos. Me quedo con estos dos: ¿Puedo dejar tu pañal? y un recién llegado a casa, muy escatológico y divertido «Voy solo al baño».


  • Cantar alguna canción para crear el hábito de lavarse las manos después puede ayudar (por ejemplo versionar la canción: Pimpón es un muñeco, muy guapo de cartón, se lava las manitas con agua y con jabón…) También nos encanta la canción de «Caca» de Yo soy ratón, divertidísima y le quita hierro al asunto.

Poco más que deciros que os arméis de paciencia, igual tenéis más suerte que nosotros.

Un abrazo insomnes.

 

 

 

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