Hace varios años (editado) he terminé diferentes formaciones relacionadas con el enfoque Reggio. Podéis consultar muchísima información relacionada en el blog, comenzando si queréis por esta recopilación de la información más importante.
Mi sensación es que es un enfoque fantástico para desarrollar la creatividad, un pensamiento crítico y a la vez flexible, para entender que hay más de un camino para llegar a una solución, para crear comunidad de manera natural y espontánea, para desarrollar un gusto estético también de una forma muy sencilla y natural, pero más allá de eso, con el constructivimo que tienen por bandera se consiguen aprendizajes naturales de conceptos matemáticos, lectoescritura… no tengo un conocimiento completo para entender como implementarlo más allá del periodo de educación infantil (0-6 años), aunque conozco proyectos educativos que lo utilizan en primaria, incluso secundaria.
Hoy os voy a hablar de siete ideas e inspiraciones que me ha dado los principios del enfoque Reggio a la vez que os presento las fotografías de tres provocaciones inspiradas en el verano.
Las provocaciones son bien sencillas.
- Masa tipo arena cinética que como no encontré en color neutro la escogí en naranja, siguiendo con colores cálidos veraniegos le expuse elementos que me recordaban al verano, y a crear sin intervenir (a ser posible, que a los mayores nos cuesta mucho).
- Muchos habréis visto en Pinterest esta idea de pintar en film transparente que ya hemos probado en primavera con sus amigos con buenos resultados. La idea es que con la luz se refleja en el suelo, también pueden ponerse detrás y pintarse. Se me ocurrió otra idea, con papel celofán de colores hacer una vidriera sobre el papel film transparente, y los papeles se pegan mojándolos con agua, así que es estupendo para el verano, aunque he de decir que no les entretuvo mucho rato. Quizás hacía mucho viento, quizás no era el mejor día o son todavía muy pequeños.
- Piedras (y/o conchas) recogidas en la playa y unas flores/ramas rojas recogidas caídas de un árbol. Nada más, que haga lo que quiera sobre un mantel individual.
La imagen del niño en Reggio es la de un ser fuerte, capaz y resistente, lleno de asombro y de conocimiento. Los niños no son recipientes vacíos, son capaces de construir su propio aprendizaje. Siempre nos han dicho que los niños son esponjas, pero, ¿y si hay algo más? ¿y si el potencial infinito surge de su interior? Los niños tienen cien lenguajes, infinitas potencialidades para expresarse e interaccionar con ese mundo. Pueden expresarse con el lenguaje sí, pero también con la música, el arte, también la escritura más adelante, pero miremos más allá, también se expresan en el juego de mil maneras. El adulto en Reggio asume un rol que puede resultarnos en nuestra sociedad y forma de pensar desconcertantes, somos socios, buscamos las respuestas juntos, no se las damos sin más. Somos sus acompañantes, respentando sus tiempos y sus intereses. Y es que el aprendizaje es un proceso lento. Nosotros podemos darles las herramientas, los materiales, los recursos, pero serán ellos los que aprendan a aprender. La documentación como recopilación y exposición del proceso educativo es parte fundamental. Exponer sus creaciones y el proceso de como se han hecho es ponerlos en valor y nos hace aprender a todos. A veces me da la sensación de que me paso haciendo fotos a las obras del señor J. pero Reggio Emilia me ha dado una buena excusa jeje. El ambiente en el aprendizje del niño. Para Reggio el ambiente es el tercer maestro, apoya el trabajo, sin la intervención siempre directiva del adulto y proporciona provocaciones para llegar al aprendizaje. También es fundamental el contacto con la naturaleza.
El arte en los niños. La importancia del arte en Reggio es enorme. El arte ha de verse desde una nueva perspectiva, el arte con infinidad de materiales, como algo que nace de la interacción con lo cotidiano. Se da énfasis al proceso, no al resultado. Lo cual creo que nos puede quitar mucha frustración a los adultos, cuando dejamos de buscar la perfección según la creemos nosotros.
Los materiales. Ya lo dije en otra entrada, empezar en el mundo Reggio es darte cuenta de las infinitas potencialidades de los materiales, desde los más simples. Para mí es maravilloso. Cuando hemos recogido piedras en el mar o en el campo y se las pongo en algún entorno de juego mucha gente pregunta ¿para qué son? Y la respuesta es bien simple, para lo que quiera . No son de adorno, son para jugar y aprender. Materiales hermosos, naturales, variados, sin un fin determinado (abiertos) estas son las conocidas partes sueltas de las que ya hablé. Elementos como la mesa de luz y los espejos de los que he hablado en otras entradas aumentan su belleza y centran la atención.Trabajar por proyectos permite que los niños aprendan según según sus intereses. No es trabajar por temas, predeterminados normalmente por el adulto y con un tiempo concreto. Como se suele funcionar en muchos colegios. Las provocaciones es la preparación de la presentación de los materiales, provocan a los niños a crear y a sacar sus propias conclusiones. La realidad, es que bajo mi opinión siempre humilde, no hay una sola pedagogía que lo tenga todo, pero en cada una de ellas encuentro cosas estupendas. Me falta hincarle el diente a Waldorf, todo se andará.
Así que os animo a que si os gusta sigáis leyendo y formándoos sobre Reggio Emilia, porque es mucho más que la mesa de luz.
Y lo más importante, os invito a seguir esta maravillosa frase de Loris Malaguzzi: «¡Nada sin alegría!».
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