Llega la primavera y con ella las ganas de pasear y crear elementos bonitos con la naturaleza como protagonista. El bioplástico de gelatina es una preciosa idea para unir todos estos elementos, una receta sencilla con un resultado muy bonito. Si me seguís en Instagram, sabréis que llevo varios años trabajando, formándome y experimentando con este biomaterial.
En principio, desde un punto de vista lúdico y creativo para hacer adornos y experimentar con los niños. Pero en estos años he desarrollado una experimentación y formación bastante amplia respecto al juego y a la creación con biomateriales para la infancia. Al final del post, si estás en Madrid, tengo una noticia que darte.
Y aunque no me canso de repetirlo (y mucha gente no me cree hasta que no lo prueba), de base solo necesitas gelatina y agua (y algunos añadidos muy recomendables que luego os cuento…), por lo que es bastante sencillo de hacer.
En este post, voy a recopilaros algunos de los objetos que hemos hecho, la receta base y varias informaciones más.
¿Qué son los bioplásticos?
La preocupación por la contaminación generada por la producción y los deshechos procedentes de la industria y consumo del plástico son cada vez mayores.
Los bioplásticos son una alternativa que se va abriendo camino desde el mundo artístico y también agrícola e industrial. Su nombre significa que proceden de productos naturales, principalmente almidones, pero también pueden proceder de gelatinas animales y vegetales (incluso hay una conocida receta para hacer bioplástico con leche y vinagre, puede que la conozcáis). Como os digo, esta alternativa biodegradable va avanzando con timidez pero con determinación en la industria de los plásticos, principalmente en el packaging y se calcula que su producción se cuadriplicará en los próximos años.
No soy tan pretenciosa de pensar que con lo que hago salvaré el mundo (siempre me puede recriminar alguien que alguna vez he usado purpurina, no suelo hacerlo y suelo usarla biodegradable, pero a veces lo he hecho, seguimos en el proceso de mejora…) pero simplemente es un proceso muy interesante de observar y que podemos acompañar de estas cuestiones medioambientales.
¿De dónde surgió la idea de los bioplásticos?
Hace bastante tiempo vi con fascinación algunas obras con bioplástico realizadas por la artista Maria Mallo y me puse a investigar a partir de ahí como se hacía la receta. Me encontré que había poquita información en castellano y más en inglés, como suele suceder en estos temas «más novedosos». Hace relativamente poco hice un curso con ella de biomateriales.
Cynthia Nudel, con la que realicé un curso sobre el tema, también muestra procesos de bioarte y biocerámica principalmente. También es muy interesante el perfil de Instagram Biomaterialista.
Un perfil que comparte con frecuencia muchas creaciones fascinantes con bioplástico de gelatina y elementos de la naturaleza es mudly puddly, y las realiza con niños. Aunque es un perfil en inglés, seguro que os inspira.
En estos años, me he encontrado con gente preciosa que también realiza talleres de biomateriales con niños, una de esas personas es @silvanele.biocreaciones, con la que voy a desarrollar un proyecto online en muy poquito tiempo.
Y por fin… ¡la receta de bioplástico!
La primera aproximación la realicé a través de una receta que encontré en wikihow, pero tras varias adaptaciones así se queda:
- 1 parte de gelatina neutra preferiblemente en polvo (sí, se puede hacer con gelatina en láminas pero al tener que hidratarlas primero y hacer el cálculo con los elementos en seco es más complicado) he probado varias marcas, todas me han ido bien en general (Ej. 1 sobre de gelatina contiene 12 gramos).
- 4 partes de agua (Ej. 60 gr o ml de agua para un sobre). En verano y en clima seco, muchas veces he añadido cinco partes de agua para que cunda más en vez de cuatro y funciona igual de bien. El problema es cuando hace frío o hay mucha humedad, tarda más en secar y es más fácil que salga moho, por eso yo recomiendo 4 partes para empezar.
- Vinagre (blanco o el que tengas en casa): Agrega 20 ml por cada 100 ml de agua. Es para evitar el moho. También es importante tener las manos limpias y tocar lo mínimo posible el bioplástico durante el secado. No te preocupes por el olor, se termina yendo.
- Glicerina (opcional): esto sirve para hace la mezcla flexible, la medida sería una cucharada por cada sobre de gelatina. Si quieres que el resultado sea como plástico rígido no es necesario. Te dejo enlace afiliado por si quieres comprar la que usamos: Glicerina vegetal.
- Adornos que quieras incluir.
- Molde (tapas de plástico, tapas de metal, aquí cuesta un poco más desmoldar y se pueden romper, tuppers, moldes de silicona…)
Solo tienes que disolver la gelatina con unas varillas en agua muy caliente (añade aquí también la glicerina si la vas a usar), puedes hacerlo en un cazo e ir removiendo a fuego medio hasta que comiencen las primeras burbujitas (no hace falta que hierva), después echas el vinagre fuera del fuego, remueves y ya está listo para usar.
Aquí os dejé un paso a paso exprés en forma de reels.
Yo muchas veces he calentado agua muy caliente en un vaso en microondas o en un hervidor de té y después he añadido la gelatina, remueves hasta disolver, añades el vinagre y listo.
Una vez en los moldes es cuestión de paciencia, en tapas o moldes bajitos en verano está listo en un par de dias. En invierno la cosa puede demorarse más de una semana. Básicamente está lista cuando esté duro, los bordes probablemente se despeguen y te aviso que en el proceso la gelatina reduce bastante y tiende a curvarse… pero en su imperfección impredecible radica parte de su belleza ;). Si el molde que has usado es muy rígido y la mezcla no lleva glicerina, igual te es más fácil desmoldarlo cuando no esté seco del todo para que no se te pegue, puedes añadir primero un poco de aceite vegetal en el molde antes de echar la mezcla de bioplástico.
No lo pongas directamente al sol, sobre todo en verano, o sobre calor directo como al lado calefacción, esta fue una de mis pifias del primer invierno, se fundirá la mezcla y no se secará.
Y … ¿qué podemos hacer con el bioplástico?
Lo más fácil (con lo que muchas empezamos) son simplemente adornos en forma de platillos, suncatchers en los que podemos incluir todo tipo de piezas sueltas naturales (ojo si están «vivos» como flores u hojas, porque es más fácil que salga moho, aunque todo es cuestión de agregar más vinagre), purpurina biodegradable, colorantes…
También en conchas:
«Varitas mágicas»: solo añade un palito dentro de tu molde con bioplástico y tu suncatcher para «darle magia». Puedes usar moldes de silicona con formas o tapas:
Incluye colorante naranja e insectos (los nuestros eran de juguete) para crear vuestro propio ámbar de la época de dinosaurios.
Se pueden hacer figuras en 3 dimensiones, la clave está en darle la forma que quieras y recortarla cuando aún no está dura del todo (unas horas en verano, en invierno 24-48 horas). Como os digo, cuando aún no está seco del todo y parece un plástico blando podéis recortarlas, como hice con estas fases de la luna.
Con moldes navideños son ideales para regalar en Navidad o decorar el árbol… los últimos que hicimos con los moldes para donuts fueron un éxito.
¿Existen alternativas veganas?
Sí, se puede hacer bioplástico con agar agar, pero el material reduce muchíiiisimo su tamaño durante el secado en comparación con la gelatina, por lo que os puedo decir que sigo investigando, podéis ver algunas producciones con agar agar en algunos de los perfiles que os he mencionado arriba.
¿Qué más materiales a parte del bioplástico podemos crear?
Pues simplemente cierro esta entrada comentando que el mundo de los biomateriales es casi infinito y que se pueden mezclar bioplásticos con otros deshechos como posos de café, polvo de pieles de fruta seca… para pasar al mundo de biocueros, biotextiles y biohilos con algas y hongos entre sus ingredientes, e incluso biocerámica con cáscara de huevo
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