Ya no hay tiempo para la poesía
Ya no hay tiempo para la poesía,
ni para perderse en un abrazo prolongado,
incómodos nos zafamos
al contacto.
Queremos huir, queremos correr,
no ser contenidos,
enjaulados. (más…)
Ya no hay tiempo para la poesía,
ni para perderse en un abrazo prolongado,
incómodos nos zafamos
al contacto.
Queremos huir, queremos correr,
no ser contenidos,
enjaulados. (más…)
Dulce, dulce espuma de nube de azúcar,
rosa chicle muy chillón,
todo el cielo caramelo,
todo el suelo de fondant.
Que empalague,
que sature,
que pegue mis pies,
que granule terrones en piel
y pueda(s) lamerme.
Hundirme en chocolate negro
y miel de brezo.
Y me salvarás,
delicado cuchillo en ristre,
con tus suaves y deliciosas manos.
En el lugar que habito oscuro,
un lugar oscuro y tan brillante.
Un lugar que no perturba
sino que busco.
Tras la luz, el caos,
la risa, el juego,
la vida.
No quiero faros en la noche,
sólo sus brazos tierra, marea negra,
que me adentran y me hunden,
que me pierden y me encuentran. (más…)
Volveré a escribiros cuando ya no estemos muertos,
porque hoy he decidido que somos absurdos.
Ciega tras los cristales,
dieciséis veces perdida entre cuatro paredes,
sobre cuatro ruedas.
Exponencialmente perdida y desorientada
en manzanas cuadradas.
Tremendamente pesada sobre una nube de estímulos. (más…)
Esta fue la improvisada y humilde aportación que las hermanas Fernández hicieron a #EnarbolARTE, una iniciativa de Musas Anónimas que en la Feria del Libro Madrid, permitió exponer las obras de artistas anónimos en un árbol, disfrutarlas y poder llevárselas a su casa.
Por fin primer poema, sobre un tema de (cada vez menos) rabiosa actualidad.
No recordaré sus nombres,
quizás por un tiempo el de sus pueblos,
por la repetición constante de los medios,
aunque tuve que consultar un mapa,
y otros pueblos de cercanas, o lejanas fronteras
seguirán olvidados. (más…)